🚚 ¡Envío GRATIS en compras superiores a 50€!
Captura de pantalla 2025 07 05 013415

🧦 Por qué NO deberías heredar zapatos entre hermanos

(Aunque estén casi nuevos y te dé pena no aprovecharlos)

A ver, lo entendemos. Lo más normal del mundo: tienes dos peques, el armario se llena de zapatos que parecen recién sacados de la caja, y lo lógico es pensar…

“¿Y por qué no los va a aprovechar el pequeño? Si están perfectos…”

Pues mira, te vamos a contar algo que nosotras mismas tampoco sabíamos al principio, y que lo cambia todo.

Cada pie es único. Literalmente.

Tus hijos comparten juguetes, cuentos, hasta pijamas…

Pero los pies, no. Cada uno pisa a su manera.

Cada uno tiene su forma, su arco, su manera de moverse.

Y cuando un zapato se usa, por muy poco que sea, se amolda al pie que lo llevó.

Sí, incluso los barefoot. O mejor dicho… sobre todo los barefoot, porque son más blanditos, más sensibles, más adaptables (esa es su magia, pero también su límite).

Por eso, cuando te preguntas si es bueno reutilizar calzado barefoot para hermanos, la respuesta es: depende. Y ahora te explicamos por qué.

Así que cuando un zapato ya ha cogido forma, aunque lo veas limpio y bonito, ya no es neutro. Y eso puede hacer que el hermano pequeño, con su pisada y su forma, no camine tan libre como debería.


¿Es que ahora no se puede heredar nada?

No vamos a ser dramáticas, claro que no.

Pero igual que no pasarías un chupete usado o una silla del coche vencida, hay cosas que merece la pena repensar.

👶 Si el niño está aprendiendo a caminar, o está en plena etapa de desarrollo, el zapato tiene un papel importantísimo.

En esas etapas, lo mejor es elegir zapatos barefoot para bebés en desarrollo que respeten su pisada desde el principio.

Y en ese caso, mejor que sea suyo. Solo suyo. Que se moldee a él. Que lo acompañe.


Entonces… ¿nunca jamás puedo heredar un zapato?

Pues mira, sí se puede, pero con condiciones claras:

  • Que el zapato esté prácticamente sin uso real (no solo limpio por fuera).

  • Que no haya cogido forma o tenga la suela marcada.

  • Que sea para usar en momentos puntuales (el parque un ratito, un zapato de recambio…).

Si tenés dudas, fijate bien. Observá cómo camina con ellos. Fijate si se los quiere quitar todo el rato, si arrastra los pies, o si va cómodo.
Eso también te da pistas sobre cómo saber si un zapato infantil se ha deformado y ya no le sirve.


¿Y todo lo demás? ¿Lo tiro?

No, por favor. Hay alternativas mucho mejores:

  • Dónalos

  • Véndelos

  • Intercámbialos con otras familias

Hay muchos pies en el mundo a los que todavía pueden servir. Especialmente si sabés que están bien cuidados.

Pero si podés elegir, dale a cada pie su propio camino. Su propio par.

No hace falta tener mil. Basta con tener uno que le quede bien, que le deje moverse como necesita, que lo acompañe en cada etapa sin interferencias.

Y si necesitas ayuda para elegirlo, aquí estamos.

De verdad. Sin juicios. Sin presión. Solo con ganas de ayudarte a elegir lo mejor para esos pies que no paran quietos 🐾


¿Quieres que te ayudemos a revisar los zapatos que tienes y ver si alguno puede aprovecharlo el peque? Escríbenos por Instagram o ven a vernos a la tienda. Lo miramos juntas, sin compromiso.

Porque cada paso cuenta.

Y cada pie tiene su historia.

🥰

Carrito de compra
Scroll al inicio